Esta semana, recomiendo una serie que no solo entretiene, sino que también invita a pensar: El fin del amor, disponible en Prime Video. Basada en el libro homónimo de Tamara Tenenbaum —y también en su vida—, la serie ofrece una mirada lúcida, provocadora y sensible sobre los vínculos sexoafectivos en el marco de la cultura heterosexual y monogámica.
Leí el libro y, casi sin transición, vi la serie. Por eso me resulta imposible separar la experiencia literaria de la audiovisual: ambas se complementan, se tensionan y, a la vez, se enriquecen. Así que en esta columna hablaré de las dos en un mismo plano, con un lenguaje que intente escapar del análisis técnico para acercarse más a la conversación íntima.
En El fin del amor, Tenenbaum expone con lucidez cómo las estructuras tradicionales del deseo —principalmente en las parejas heterosexuales— están impregnadas de mandatos culturales, religiosos y productivos. Y lo hace desde una voz honesta, que no busca moralizar, sino pensar(se). Como ella misma advierte, su mirada parte desde una experiencia heterosexual, pero sin intención de “heterosexualizar” el relato. Al contrario: reconoce que en la comunidad LGBT+ los dispositivos del placer suelen ser mucho más amplios, más libres, más desobedientes.
La serie no solo problematiza los vínculos. Nos habla del deseo: del deseo que desborda, que se escapa de los márgenes, que desafía el deber ser. Deseo hacerlo de otro modo. Deseo como forma de existencia y como resistencia.
Hay una dimensión contracultural en esta historia, que combina sexo, drogas y pensamiento crítico. Tamara —personaje y autora— semantiza las relaciones humanas más allá de la lógica productiva del capitalismo o las fantasías idealizadas por la religión. Proveniente de una familia judía tradicional, decide romper con todo y construir una identidad propia, incluso si eso implica incomodar.
El fin del amor no es solo una serie para ver: es un texto para leer entre líneas, una invitación a pensar lo íntimo desde lo político.
Chirizola Facundo.Director de Teatro.Pedagogo.Gestor Educativo.