viernes, 27 de agosto de 2010

Curso para Operadores de sembradoras en General Villegas

El INTA, la Filial de Federación Agraria local, la Soc. Rural de Gral. Villegas y CREA organizan un curso orientado al personal de campo que trabaja con maquinaria de siembra en la sede de la Federación Agraria local, los días 9, 10 y 11 de septiembre.
La intensificación de los sistemas productivos en la región requiere un manejo cada vez más ajustado de las tecnologías de procesos y productos disponibles. La capacitación del personal que trabaja con maquinarias es uno de los aspectos que aportan a la precisión, la eficiencia y el cuidado ambiental vinculado a la producción agropecuaria.
En ese marco, el INTA, FAA, Soc. Rural y CREA invitan a todos los operadores de sembradoras de la región a participar de un curso de tres días en el que se tratarán los principales contenidos teórico y prácticas necesarios para lograr una siembra exitosa.El curso se propone capacitar en el proceso de siembra y el funcionamiento de las máquinas, diagnosticar y solucionar los problemas más corrientes durante la siembra, controlar el proceso y evaluar el resultado, y aportar soluciones practicas para la tarea diaria.
Con cupos limitados y una inscripción de $100, este curso se desarrollará durante el jueves 9, viernes 10 y sábado 11 de septiembre en la sede de la FAA Filial General Villegas (Ex Club de Leones).
Fecha: Jueves 9 y Viernes 10 de septiembre, de 19 a 22 hs: Teórico Sábado 11 de septiembre, 8 a 14 hs: Práctico (+ asado final)Lugar: Sede FAA (Ex Club de Leones) De María 72 Gral. VillegasMatrícula: $100Cupos: limitados.

Claudia Piñeiro, una invitada de lujo en los 75 años de la Biblioteca


La escritora Claudia Piñeiro visitó la Biblioteca local en el marco de los festejos por su 75° Aniversario.
Piñeiro es autora de Tuya (finalista del Premio Planeta 2003), Las viudas de los jueves (Premio Clarín 2005), Elena sabe (ganadora en Alemania del Premio LiBeraturpreis 2010) y Las grietas de Jara. Ha escrito numerosas obras de teatro, entre las que se cuentan Cuánto vale una heladera, seleccionada por concurso en el ciclo Teatro por la Identidad, y Verona, además de varios libros para chicos, como Un ladrón entre nosotros (Premio Latinoamericano Norma-Fundalectura de Literatura Infantil y Juvenil) y Serafín, el escritor y la bruja.
En una charla amena con el público habló sobre su vida, contó sus experiencias con la escritura y generó más de una carcajada con sus anécdotas.
Vocación por escribir
En plena dictadura de los ’70, cuando le tocó ir a la universidad, decidió estudiar sociología, pero algunos le sugirieron que tal vez fuera un ambiente peligroso. Al año la carrera fue cerrada por los militares pero ella ya se había anotado en Ciencias Económicas. Muy buena alumna, con excelente promedio, se aseguró un lugar en un importante estudio de auditoría a poco de recibirse.
“Como contadora trabajaba muchas horas en algo que no me gustaba demasiado, pero nunca me quejé porque ahí me enseñaron a organizarme, a cumplir con lo solicitado. Cuando empecé a hacer guiones en televisión, yo sabía cómo tenía que hacer para que el trabajo estuviera en fecha, revisado y completo”.
Un día, mientras volaba hacia San Pablo (Brasil) a realizar un inventario de tornillos helicoidales en una empresa metalúrgica, vio en el diario Ámbito Financiero un pequeño aviso que promocionaba un concurso literario de la editorial Tusquets. El certamen resultó ser de literatura erótica, pero Claudia Piñeiro no se amedrentó: envió su novela y quedó entre los diez finalistas. En ese momento pensó: “Si yo me esfuerzo y le pongo el interés que le puse a esto, a lo mejor puedo llegar a hacer algo que tenga que ver no sólo con el placer de escribir sino con un trabajo”.
Ese fue el primer paso para dedicarse a la escritura, si bien ya frecuentaba talleres literarios desde hacía varios años. Estudió, entre otros, con Alicia Steimberg y Guillermo Saccomano. “Cuando me di cuenta de que lo que quería era escribir, intenté buscar un empleo que se relacionara con eso”, cuenta. Entonces renunció a su trabajo e ingresó en una editorial, pero pronto volvió a emplearse como contadora porque no le alcanzaba la plata.
“Cuando la gente se entera de que gané el premio Clarín (de novela 2005), se imagina la cosa romántica: ‘¡Ah!, era contadora y un día tiró todo y dijo voy a escribir y ganó el premio Clarín’. La verdad es que cuando gané ese premio, ya hacía quince años que venía escribiendo.”
Antes de hacerse conocida, Claudia Piñeiro trabajó como guionista de televisión. Su primera aparición fue en “Trillizos”, protagonizada por Guillermo Francella. También hizo hablar a Pablo Rago y a Carlos Calvo en “Amigos son los amigos” y cautivó a la audiencia femenina poniendo frases de amor en boca de Facundo Arana, el personaje principal de “Yago, pasión Morena”. Su más reciente labor en la pantalla chica fue en la tira “Resistiré”, donde colaboró con el equipo de dialoguistas.
Luego llegó Tuya, que primero fue guión y más tarde se transformó en novela. Aunque la escribió antes que Las viudas de los jueves, fue gracias al éxito de esta última que una editorial le ofreció publicar sus trabajos anteriores.
“Tuya y todas mis novelas aparecieron en mi cabeza con una imagen. En el caso de Tuya, la imagen es la de una mujer cuyo marido le es infiel. Ella lo tolera hasta que un día decide ir a ver quién es la amante. Veía a esa mujer persiguiendo al marido por los bosques de Palermo, escondida detrás de un árbol y observando cómo su esposo discute con la amante y accidentalmente la empuja y ella se cae y muere.”
Piñeiro cuenta que tuvo esa imagen durante meses en la cabeza hasta que los personajes fueron tomando forma y se le ocurrió el final. Recién en ese momento comenzó a escribir.
A pesar de que se sorprende cuando sus lectores le preguntan, por ejemplo, si Tuya es autobiográfica, lo cierto es que muchas de las situaciones que viven y los lugares que habitan algunos de los protagonistas de sus novelas son muy cercanos a su propia historia. No le fue difícil -al menos en lo que a lo literario se refiere- darle vida a Elena, una mujer asediada por el Parkinson, en Elena sabe, su tercera novela. Ya había padecido de cerca la enfermedad, viéndola en el cuerpo de su propia madre.