lunes, 6 de enero de 2014

Se posterga el Acto de Inicio del Programa "Escuelas Abiertas"

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Jefatura Distrital, Inspectores de Enseñanza y Coordinador Distrital decidieron posponer el Acto de Inicio del programa "Escuelas Abiertas" en Verano 2014 que iba a realizarse el día Martes 07 de enero a las 10:15hs., en las instalaciones del Parque Municipal. El mismo se llevará a cabo el miércoles 8 de enero a la misma. De continuar el mal clima se pospondrá hasta previo aviso.

Sesiona el Concejo Deliberante

Miranda, Betanzo y Chiesa
Tellechea, Rodriguez y Belloso
Jueves 09 de enero a las 20:30hs., en el primer piso de la Municipalidad de Gral. Villegas, primera Sesión Especial con Mayores Contribuyentes.Primera Sesión Extraordinaria, se tratará el Presupuesto 2014.

Lahytte, Coronel y Campana


Franco Rois


Mirta Traverzaro


Pedro Satragno
Laura Carelli y Edgardo Bonetto


Verano Folclórico 2014

Julio Paez
El sábado 4 de enero en Villa Saboya dió comienzo el Verano Folklórico 2014 con artistas locales, regionales, consagrados, domingo 5 de enero en Santa Eleodora y Coronel Charlone. Continua sábado 11 en Santa Regina y Domingo 12 Cañada Seca.

Jorge Andreani
Fragolini - Lazcano
Iván Camaño
Los Mackay
Jorge Ahumada

La Municipalidad inició el Curso obligatorio de Manipulación de alimentos

El día viernes pasado, comenzó tal como se había anunciado, el Curso de Manipulación de alimentos, que se dicta desde la Secretaría de Promoción de la Municipalidad de General Villegas, todos los primeros viernes de cada mes.
El curso de Manipulación de alimentos es de cumplimiento obligatorio para todas las personas que comercialicen alimentos y deban obtener la libreta sanitaria.
Para consultas e inscripción, dirigirse personalmente a Secretaria de Promoción de la Municipalidad, de lunes a viernes de 7 a 13 horas, o comunicarse telefónicamente al  03388-423604 – Correo electrónico: promovillegas@villegas.gov.ar

Actividades en Biblioteca

:: UN VERANO DE CUENTOS: TALLER CON MARÍA FOGAZZI
Juegos, lecturas, carreras de palabras y mucho más, en un taller para chicas y chicos de 6 a 12 años. Desde el 14 de enero, todos los martes, de 10 a 11.30 horas, en la Biblioteca. ¡Inscribite! Actividad gratuita.



:: ALMANAQUES 2014 DE LA BIBLIOTECA

Ya están disponibles los Almanaques 2014 de la Biblioteca. Hay dos modelos: uno, con hermosas ilustraciones de cuentos clásicos infantiles y el otro, con tapas de la revista La Nota y Villegas Ilustrado. Son para colgar en la pared y disponen de un amplio espacio para escribir en cada día.
Los pueden reservar personalmente en la Biblioteca, por teléfono (42 3611), a este correo o a través de Facebook. El valor de cada uno es de $70. Adjuntos les enviamos, como muestra, el mes de enero de ambos almanaques.





Ciclo de Cine Debate del Director Leonardo Favio


VERANO FOLKLÓRICO: SE AGREGÓ UNA FECHA EN GENERAL VILLEGAS

Será el sábado 18 de enero, desde las 21 en el Parque Municipal, con la participación del Indio Pampa, Francisco Penacino, Javier Roas y sus guitarras, Chacareros, Damián Domínguez, Troperos de Salta y Miraglia. Entrada libre y gratuita.
Los esperamos.
Secretaría de Cultura y Educación
Municipalidad de General Villegas
Moreno 846 / 03388 - 42 3608/09
casa.cultura@villegas.gov.ar

“Los Internacionales”: la banda de colombianos que roba y se despliega por el país

Las cámaras de General Villegas los registraron cuando ingresaron a la ciudad. Eran tres hombres y una mujer, todos colombianos, y se movían en un Renault Sendero negro por la zona bancaria de la ciudad.
Roberto Mendizábal, vecino de Villegas, salió del banco Provincia, estacionó a las pocas cuadras e ingresó a la Municipalidad. Ahí mismo le rompieron el vidrio y se llevaron los 30 mil pesos que había extraído del banco.
A los pocos días, el 24 de julio, asaltaron a la científica y conferencista María Luisa Bay, en Rosario. Le quitaron una computadora y objetos personales después de pincharle la rueda. Más tarde durmieron en un hotel del centro de Santa Fe. A la mañana siguiente, la policía allanó la habitación. La mujer ya tenía puesta una peluca. Estaban listos para salir a robar.
La banda tenía antecedentes en Mar del Plata, Salta, Lincoln y algunas ciudades más. Vivían en Boedo y Once, pero hacía semanas que recorrían y dormían en Olavarría, Tandil, Bolívar y Mercedes. La UFI 6, luego de contactar a la titular del auto, que era alquilado, sabía sus paraderos gracias al sistema satelital. “Nos llamó la atención la actitud pasiva que tenían. Nunca se resistieron ni utilizaron la violencia con nosotros. Nos trataban de ‘sí señor’ y se mostraban tranquilos; como si se sintieran impunes, despreocupados porque sabían que no tardarían mucho en salir”, dice el fiscal Fabio Arcomano.
Pasaron menos de un mes en la alcaidía de Trenque Lauquen y el 4 de septiembre fueron otra vez detenidos, en Luján. A las pocas horas volvieron a recuperar su libertad.
El Juez de instrucción 13, Luis Alberto Zelaya, recibió cinco causas de colombianos en la ciudad de Buenos Aires. De todos los detenidos, ninguno pisó la prisión. De las comisarías fueron trasladados a la alcaidía de Tribunales y de allí se fueron en libertad. Siempre. “Solamente no van presos en un país tan flexible como éste. El Código Penal dice que si no tienen condena y un domicilio constituido, se van en libertad. Todo tiene que ver con el ‘garantismo’; de que se pueden rehabilitar, pero ese mismo tipo a la semana vuelve a ser detenido por otro robo”, dice.
Los ladrones colombianos en Argentina son “Los Internacionales”: así se llaman las bandas de ese país que recorren el mundo cometiendo robos, desde fines de 1950, cuando un grupo del centro de Bogotá llegó a robar en la zona de joyerías de Nueva York.
La leyenda dice que, en aquella época, tras cometer un homicidio en el centro de Bogotá, un ladrón del barrio Las Brisas decidió escapar al corazón financiero de los Estados Unidos. Sus compañeros le habían advertido que la policía lo buscaba por el crimen. A la semana, caminando por la zona de joyerías de la Quinta Avenida, vio un maletín que le gustó. Lo quería para usarlo en su viaje de regreso y lo robó, sin que la víctima se diera cuenta. Cuando lo abrió, se llevó una gran sorpresa: se encontró con miles de dólares. Llamó a sus socios y les dijo que viajaran a Nueva York, que ahí “estaba la plata”. Y les envió dinero para los pasajes. Les fue bien ahí y se animaron a hacerlo en distintos estados. El historiador colombiano Eduardo Sáenz Rovner le dijo a Clarín que recuerda la detención de una banda de colombianos en 1960. Los acusaban por robos en Miami.
Llegaron a México y ahora, a diferencia de lo que ocurre en nuestro país, a la primera causa por robo son trasladados a prisión.
En Japón y Gran Bretaña, las leyes eran débiles para estas modalidades delictivas sin armas ni violencia y fueron modificadas a partir de una serie de robos de la que participaron colombianos. Y en Egipto llegaron a recibir 25 años de condena por varios robos.
Hasta octubre de 2013, según datos de la Comisión de Relaciones de Exteriores de Colombia, había 13.408 colombianos presos en el extranjero. El 62 %, por narcotráfico. El 38% restante, unos 5156, por otros delitos, en su gran mayoría, el robo.
En Argentina, hasta 2010, había 30 colombianos en cárceles federales. Hoy son 162, según estadísticas del registro del Servicio Penitenciario Federal.
Sergio Berni, secretario del Ministerio de Seguridad, declaró, a mediados de 2012, que en apenas cuatro meses habían detenido a 450 colombianos por robo. Eran “apartamenteros”: ingresaban a departamentos deshabitados.
En 2013 los colombianos cambiaron de delito. Se están dedicando al “pincha”. Pinchan la rueda de un auto y lo siguen hasta que frene, para quitarle el maletín o lo que les haya llamado la atención para seguirlo. Y se expandieron. Ya no roban sólo en la ciudad de Buenos Aires, como en un principio. Argentina es de los poquísimos países en el mundo que no les exige visa. Por eso siguen viniendo.
Los colombianos en Argentina tienen todo lo que necesita cualquier “Internacional” en otro país del mundo. Alquilan en departamentos amueblados, pagan estadías completas en albergues transitorios u hoteles familiares. Tienen concesionarias que les alquilan autos para utilizar en los robos; organizaciones legales que, por un soborno de 500 pesos, informan a los juzgados que cumplen con los trabajos comunitarios impuestos; conserjes dispuestos a declarar que viven en sus hoteles, para nunca saber su verdadero hogar, ni allanar donde guardaban los objetos robados. Cuentan también con un cruce en Salta para escapar a Bolivia; con comerciantes dispuestos a comprar oro y todo lo robado; abogados especialistas en sus causas. Y joyeros que viajaban desde cualquier parte del mundo a comprarles las joyas, como ocurrió, según fuentes judiciales, con una reliquia valuada en más de un millón de dólares robada en la ciudad de Mercedes; tienen cabarets en departamentos privados del centro porteño a los que sólo acceden con contraseña; discotecas en las que se encuentran cada fin de semana. Y más contactos para seguir viajando: porque en un edificio de Recoleta les hacían, a cambio de 1200 pesos, la visa trucha para ingresar a Malasia. (...)
Uno de los cinco abogados que los defienden le confió a Clarín: “llegué a tener clientes con hasta siete causas por robo.
De la comisaría se volvían a sus casas. Pero en el último tiempo les están metiendo asociación ilícita.

Taller de Máscaras venecianas con Edgardo Matilla

El martes 7 de enero comenzará en la Casa de la Cultura “Manuel Puig” el Taller de Máscaras venecianas, que por segundo año consecutivo dictará Edgardo Matilla.
         Cartapesta, papel maché y pátinas son algunas de las técnicas que se trabajarán en el taller, siempre aplicadas a la confección de las máscaras.Lo más importante -dice Edgardo- es que la gente sepa que todos pueden sumarse y participar, y que los materiales con los que vamos a trabajar, seguramente, los pueden encontrar en su propia casa”.
         El taller tendrá lugar durante los meses de enero y febrero, los días martes y jueves de 19 a 21 horas, y es totalmente gratuito. Está orientado a mayores de 15 años y no es necesario tener conocimientos previos.
Aquellos que deseen obtener más información e inscribirse, pueden dirigirse a la Casa de la Cultura (Moreno Nº 846).

Las máscaras del Carnaval veneciano
La historia de las máscaras venecianas se remonta a la época romana, pero su gran momento de esplendor fue durante el s. XVIII. Aunque hoy en día se las asocia a los carnavales, antiguamente se utilizaban en varias ocasiones durante todo el año, especialmente para asistir al teatro o a fiestas oficiales.

Con originales diseños hechos con pieles, tejidos, joyas y llamativas plumas de colores, las máscaras garantizaban el anonimato y permitían a los aristócratas mezclarse entre la plebe e incluso participar de conspiraciones o acudir a encuentros amorosos secretos. 

Cambio de Horario

La Biblioteca P.M.P. “Domingo F. Sarmiento” informa a la comunidad que desde el lunes 6 de enero y durante los meses de enero y febrero, atenderá al público de 8 a 12 y de 18 a 21 horas.


Manuel Puig en los diarios de Carmencita

Villa Carmencita es una casa quinta que está en la pequeña ciudad de Batán, pocos kilómetros al sur de Mar del Plata. Tiene un parque donde conviven un sauce longevo, un ciruelo pródigo que cobija el nido de un zorzal, un naranjo en flor, un pino traído de la Cordillera, un laurel de cien brazos, rosales rojos, rosados y blancos, jazmines y muchas otras plantas y árboles de pequeño porte. La casa es rectangular, de una sola planta, y ahí vivió la legendaria Carmen Acuña. Es que Carmencita, como la bautizó Manuel Puig; era una mujer como pocas.
Carmencita nació en General Villegas seis años antes que el autor de Boquitas pintadas . Ahí fue donde se conocieron. Más precisamente en el Cine Teatro Español. Porque a Carmencita le gustaban las películas de amor y aventuras, y al menos iba cuatro veces por semana a sentarse siempre en una butaca del medio de la décima fila. Sentía devoción por las artistas argentinas como Mecha Ortiz y Amelia Bence, aunque también se deslumbraba con estrellas de Hollywood, como Greta Garbo y Ginger Rogers. Era la primera en llegar al cine y cuando terminaba la función se metía en la cabina para charlar con el operador. "Ese Totó de Cinema Paradiso me hizo acordar que para mí también el cine era un paraíso", escribió en su diario personal a final de 1980. A renglón seguido anotó que Toto se llamaba el chico protagonista de La traición de Rita Hayworth , la primera novela publicada por Puig, y agregó que el propio Manuel le había contado en una carta que le mandó desde Nueva York que Toto era una recreación de su propio seudónimo, Coco, y por eso mismo lo había hecho un cinéfilo.
Carmencita comenzó con su diario cuando terminó la primaria en el colegio Inmaculada Concepción. Lo fue llenando con recuerdos y anécdotas y también con la transcripción de las cartas que de tanto en tanto cruzaba con Manuel Puig. Siempre hablaban del cine y de General Villegas, al que Puig bautizó como Coronel Vallejos en sus ficciones. Puig dejó el pueblo en 1945 para irse a la Capital Federal y luego siguió rumbo a Italia. Carmencita partió en 1950, con su esposo, Juan Lavalle, y con una hija pequeña, y jamás regresó allí. Antes de irse trabajó en un área de salud pública y conoció a Evita Perón en una residencia para chicos que funcionaba en Punta Lara. "Tomamos mate amargo toda una tarde, sentadas en una lona sobre la arena, mientras cuidábamos a los chicos en la playa y hablábamos de cine", recordó en una página del diario. Una foto de La Razón, que Carmencita guarda recortada y doblada, las muestra a las dos rodeadas de un contingente de chicos en la orilla del río.
Pero el tiempo corría y la memoria parecía devorarse los episodios del pasado que no se narraban. "No sé si lo que se borran son mis recuerdos o lo que va borrándose es el país", le escribió una vez Puig lamentándose de las tragedias provocadas por la dictadura del general Onganía. Carmencita, instalada en Mar del Plata con su familia, le contestó: "Para mí que son las dos cosas al mismo tiempo. Por eso las escribo". A fines de la década del 60, Carmencita y su familia se mudaron a un tambo en la zona de Batán. "Parece que el gaucho Juan Lavalle te convenció de irse al campo, ¿eh?", le escribió Puig desde Buenos Aires. Es que Juan había nacido y crecido en Caleufú, un poblado de La Pampa, y siempre había trabajado en estancias de la región. En esos tiempos Puig publicó la novela Boquitas pintadas y los vecinos de General Villegas temblaron. Carmencita le escribió: "¡Más te vale que yo no aparezca en la novela!" La leyó como si fuera una biografía colectiva, esperando encontrarse cara a cara con ella misma en cualquier página. Pero no estaba. "Sos un santo, pero yo que vos a Villegas no vuelvo ni que me paguen", le escribió.
Carmencita y su esposo se mudaron a la estancia San Justo, ubicada cerca de Chapadmalal, porque a Juan lo contrataron como capataz. Pocos meses después Carmencita supo que el gobierno militar había prohibido la novela The Buenos Aires Affaire y que Puig se había ido del país amenazado por la temible Triple A. En esos años demenciales, Carmencita escribió algunos de los párrafos más dolorosos del diario: "Querido Manuel: me acordé mucho de vos todo este tiempo porque la Triple A mató hace pocos días a una chica amiga de mi yerno y mi hija. Era una chica encantadora que trabajaba en la universidad católica con mi yerno. A él también lo amenazaron, el obispo Pironio tuvo que irse del país para que no lo maten, y te imaginás que no puedo dormir ni estar en paz". Era un monólogo porque las cartas de Puig, de pronto, se habían perdido en medio del caos político de aquella época.
Carmencita recibió el golpe militar en la estancia. Una madrugada de diciembre de 1976 su hija la llamó para decirle que los habían atacado con Itakas y que se habían salvado de milagro. "Seguro que fue la policía o los militares", escribió Carmencita en el diario. Su hija con sus nietos debieron ocultarse en el campo mientras su yerno saltaba de una casa a la otra para evitar que lo cazaran. Carmencita y Juan pasaron ocultos una noche infinita, abrazados bajo un ombú, porque pensaron que la policía iría a buscarlos.
Voló el tiempo. Manuel Puig le escribió desde Río de Janeiro. "¿Viste Pubis angelical ?", le preguntó. Carmencita le dijo que sí, que se había reído y llorado con la película, y que Graciela Borges estaba maravillosa. Pocos años después Manuel Puig le mandó una larga carta donde le contaba sus desvelos para llevar al cine El beso de la mujer araña . Carmencita contó en el diario cómo se quedó pegada frente al televisor la noche del 24 de marzo de 1986 cuando se transmitió la entrega de los Oscar porque la película de Manuel, dirigida por Héctor Babenco, tenía cuatro nominaciones. Y La Historia Oficial era la gran candidata como film extranjero. Cuando se fue a dormir pensó en lo feliz que estaría su amigo y en que quizás el país ya no se estaba evaporando.
La última carta de Puig llegó desde Cuernavaca, México. "Argentina se convirtió en una fantasía cruel para mí. Ya no pienso volver. No soy como Ulises ni lo quiero ser. Acá soy feliz a mi manera." Pocos meses después se enteró de la muerte de Manuel por la televisión. "¿Y ahora adónde te voy a escribir? No podés hacerme esto", anotó en su diario. Era julio de 1990 y el campo amanecía cubierto por la escarcha. "Para colmo Juan no anda bien de salud", escribió en esos días. En noviembre falleció su esposo y el mundo de Carmen se resquebrajó. Pasó el duelo y el luto, y renació con templanza. Pero apenas escribía. Algunos recuerdos fragmentados, evocaciones aisladas, remembranzas íntimas que parecen sueños o anhelos. De pronto el diario parecía narrar un país y una vida que ya eran pura ilusión.
Luego de enviudar Carmencita dejó la estancia y se mudó a Villa Carmencita. Ahí pasó más de dos décadas, hasta que falleció, pocos meses atrás. En Batán fue muy popular y querida. La trataban con una deferencia cálida, casi familiar, y eso la llenaba de orgullo. Ya se lo había dicho Manuel Puig a la salida del cine: "Vos no te llamás más Carmen. Desde ahora sos Carmencita. Porque Carmen es un nombre de drama y tragedia y vos estás hecha para una historia dulce de amor".
El diario de Carmencita habla de un país en el que se podían concretar los sueños de amistad, amor, trabajo y pasión. Y me pregunto, con el mismo ánimo que Santiago Zabala se pregunta sobre su país en el inicio de la ciclópea novela de Mario Vargas Llosa Conversación en la Catedral : ¿en qué momento se jodió la Argentina? ¿Cuándo nos arrojamos al mar de intolerancias ideológicas, agresiones sectarias, fanatismos políticos, violencias urbanas, saqueos y atropellos a los derechos humanos que hoy nos angustian? Encontrar una respuesta debería servirnos para regresar, sanos y salvos, a la playa en donde alguna vez disfrutamos del sol y las olas sin temores ni tribulaciones.
Fuente: © LA NACION.