"En la mañana de este lunes, el intendente municipal recibió en su despacho, junto a la concejal Romina Domínguez Carvalho, a mamás integrantes de Marea Azul, grupo de General Villegas que reúne a familias de personas con TEA (trastorno del espectro autista), para conversar sobre lo que la utilización de la pirotecnia sonora."
En ese contexto, la Municipalidad de General Villegas reitera la plena vigencia de la Ordenanza 6427, que prohíbe el uso de artificios pirotécnicos y cohetería de alto impacto sonoro. Esta ordenanza, en adhesión a la Ley Provincial 15406, busca proteger la salud, la integridad física y emocional de las personas, especialmente de aquellos más vulnerables, y mitigar el daño ambiental provocado por la pirotecnia.Qué establece la Ordenanza
La Ordenanza 6427 prohíbe la venta al público de artificios pirotécnicos, la venta ambulante en la vía pública y el uso de cohetes, petardos y otros dispositivos de pirotecnia con fines recreativos que generen altos niveles de ruido e incluye también los globos aerostáticos. La medida tiene un claro propósito: erradicar la contaminación sonora que perjudica la salud humana y animal, además de proteger el medio ambiente.
En este contexto, la campaña Pirotecnia Cero cobra vital importancia como un llamado a la concientización sobre el uso responsable de los productos pirotécnicos, sensibilizando a la población acerca de los riesgos y daños que ocasionan. La normativa refleja el compromiso de la ciudad con un modelo de convivencia más respetuoso, donde el derecho al disfrute no se imponga a costa del sufrimiento ajeno.
Impacto de la Pirotecnia Sonora
La pirotecnia sonora que genera ruidos intensos y abruptos, tiene efectos negativos tanto inmediatos como a largo plazo. Un cohete o petardo que explota cerca puede superar los 90 decibeles, llegando incluso a los 120 decibeles, umbral en el que el sonido no solo resulta incómodo, sino potencialmente doloroso y dañino para el oído humano. A niveles superiores a los 120 decibeles, el ruido puede causar lesiones auditivas irreversibles.
Más allá de los efectos directos, la pirotecnia afecta especialmente a quienes sufren trastornos de salud, ancianos, personas con problemas cardíacos o aquellos que padecen de discapacidades cognitivas o neurológicas. Para muchos de ellos, lo que es percibido como una “diversión” por una parte de la población, se convierte en un evento aterrador y estresante, con efectos negativos sobre su bienestar físico y emocional.
De igual manera, los animales, especialmente perros y gatos, son sumamente sensibles a los ruidos fuertes y evidencian un estrés extremo durante los episodios de pirotecnia, lo que puede derivar en trastornos de comportamiento y, en algunos casos, en problemas graves de salud. Las consecuencias de este estrés también se traducen en un daño directo al vínculo entre los animales y sus propietarios, que se sienten impotentes al no poder evitar el sufrimiento de sus mascotas.Un Llamado a la Empatía Social
La medida insta a la reflexión colectiva: si el bienestar de todos los seres humanos y animales es una prioridad, el uso de pirotecnia sonora no puede ser considerado una simple diversión.
Las alternativas sin ruido, como los fuegos artificiales sin impacto sonoro o las luces de colores, ofrecen una opción inclusiva que respeta las diferentes sensibilidades de los miembros de la sociedad.
La campaña Pirotecnia Cero y la vigencia de la Ordenanza 6427 son pasos fundamentales hacia una comunidad más empática y consciente donde el respeto por el otro debe prevalecer sobre cualquier entretenimiento.
Es hora de celebrar con responsabilidad y sensibilidad para construir entre todos, una sociedad más inclusiva, respetuosa y saludable.
Este Año Nuevo, hagamos que la alegría no provoque daño, celebremos con conciencia y respeto. Feliz 2025.