lunes, 18 de julio de 2016

El Frente Renovador pide celeridad a Nación en la anunciada obra de reparación y repavimentación de la Ruta 33

El proyecto presentado en el Concejo Deliberante por los ediles del Frente Renovador de General Villegas, fue aprobado por mayoría en la sesión del 14 de julio, e insta al presidente de la Nación a que se aceleren las obras de reparación y repavimentación de la Ruta Nacional N° 33 en el tramo Rufino-Trenque Lauquen. Se solicitó además la adhesión de los Concejos Deliberantes de las localidades afectadas por el estado deplorable de la vía, que provoca graves accidentes a diario.
El despacho del bloque del massismo a cargo de la concejal Silvia Álvarez expresa:
“Inaugurada con bombos y platillos en la década del ‘60, la ruta nacional N° 33 recibió el nombre de Adolfo Alsina, debido a que corre paralela al meridiano 5°, línea por la que, a fines del siglo XIX, se cavó la famosa Zanja de Alsina, para contener a los aborígenes. Por ese mismo motivo, fue rápidamente rebautizada como "la ruta del desierto".
Más allá del lejano origen de su nombre, la historia reciente muestra que hace casi veinte años que sufre un deterioro constante. Las inundaciones, recurrentes por esta zona del noroeste bonaerense, han contribuido a agravar la situación.
En 1986, el agua cubrió varios de sus tramos y obligó a construir alteos y desvíos. Desde ese momento, lo único que se han hecho son trabajos provisorios de bacheo, para cubrir los grandes cráteres que pronto reaparecen.
Si bien es conocida como la ruta del desierto, debería llamarse la ruta del desastre. Su calzada repleta de pozos, desafía la pericia del mejor conductor y provoca una tensión constante, que se agrava cuando caen las primeras sombras de la noche. En muchos de sus tramos no existe banquina y sólo dos destinos le esperan a aquel que tiene la desgracia de salirse del camino: un barranco de cuatro metros de profundidad o el agua, acumulada allí tras largos años de inundaciones.
No es la única ruta nacional en mal estado, pero la 33, que une los puertos de Bahía Blanca y Rosario, se ha convertido, desde hace casi veinte años, en un caso paradigmático. "No se puede creer", es lo primero que se le viene a la mente al que le toca transitar por el peor trayecto: los 213 kilómetros que corren entre las ciudades de Rufino y Trenque Lauquen. Aquí, los accidentes son cosa de todos los días.
"Por culpa de los pozos, corté la punta de eje del acoplado, reventé dos cubiertas y fui a parar a la banquina", contó con resignación un camionero. "Esquivás uno y agarrás otro", repetía con impotencia, en alusión a los enormes pozos que se forman al romperse el asfalto y que están por todas partes. "Por suerte, no venía nadie de frente en ese momento, si no, se hubiera producido una tragedia", agregó.
El intendente del partido de Rivadavia, Sergio Buil, afirmaba que: "estoy cansado de enviar notas a las autoridades nacionales para que se ocupen del tema. Se habla del desarrollo de los pueblos del interior, que tenemos una producción importante y que hemos contribuido en cierta medida al mejoramiento general del país, pero se descuidan temas centrales, como el mantenimiento en buen estado de las vías de comunicación", se queja el intendente Buil, que refiere que no hay reunión en la que la ruta 33 no se convierta en tema central de conversación.”
El intendente de Trenque Lauquen, Juan Carlos Font, opinaba: "Por supuesto que a nosotros también nos afecta en muchos aspectos, porque es imposible pensar en una producción integrada con los demás municipios, ya que estamos prácticamente incomunicados".
Por su parte, Gilberto Alegre, intendente de General Villegas, creía que "lo más grave es que la gente ya empezó a acostumbrarse a viajar así.”
Lo anterior es un extracto la nota del periodista Carlos Manzoni, escrita en el diario La Nación, el sábado 2 de octubre de 2004, en la que se habla que hace desde hace 20 años que esta ruta necesita una reparación histórica. Pasaron 12 años más.
Cansancio, tensión, miedo y preocupación, son sensaciones comunes a todos los que conducen por aquí. Mientras tanto, entre demoras, indefiniciones y discusiones, el problema sigue sin resolverse. Los baches se multiplican, las banquinas desaparecen, el agua amenaza, el peligro acecha en cada curva y los vehículos se destrozan (igual que los nervios de sus conductores).
Nada o muy poco ha cambiado. Todo sigue igual en la ruta del desierto.
Hace algunas semanas, se anunció el proyecto “Ruta Segura” que contempla el tramo de la 33 entre Rufino y Bahía Blanca, oportunidad en que estuvieron presentes los intendentes de General Villegas, Rivadavia y Florentino Ameghino. Durante el encuentro, el titular de Vialidad Nacional, Javier Aguacel, sostuvo que “esto no es un anuncio, esto en un compromiso. Un compromiso de Vialidad Nacional, del Ministerio de Transporte y del Presidente de la Nación" que tiene muy claro que lo que queremos es que se hagan las cosas, para que la gente viva mejor.”
El proyecto “Ruta Segura” consiste en la reconstrucción total de la 33, incluyendo el bacheo y una nueva carpeta. Además, se agregarán 2.50 metros de banquina pavimentada de cada lado del camino y la creación de un tercer carril de sobrepaso donde los camiones o los vehículos que van a baja velocidad se pueden tirar a la derecha (eso se efectuará en los tramos más complejos de la ruta).
El espíritu de este proyecto es reiterar ante distintos organismos, el pedido y la celeridad para el comienzo de obra. Nos hemos comunicado con concejales de los distritos de Trenque Lauquen y Rivadavia, para tratar este proyecto.
Por su parte, el senador provincial Hernán Albisu (FR), lo presentará en el Congreso bonaerense y el diputado Gilberto Alegre (FR), ya hizo lo propio en la Cámara de Diputados de la Nación.
Creemos que, siguiendo esta vía institucional, el acompañamiento y la unión de los distintos cuerpos deliberativos le darán más fuerza a la solicitud, razón por la cual pedimos a todos los bloques políticos de este Concejo Deliberante, que nos acompañen y que en breve tengamos la gran noticia del inicio de la obra.