martes, 31 de marzo de 2015

A 6 años del fallecimiento de Don Raúl Alfonsín

El símbolo de la restitución democrática argentina murió el 31 de marzo de 2009
El Comité de la Unión Cívica Radical de General Villegas conmemora el sexto aniversario del fallecimiento del ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín, que nació el 12 de marzo de 1927, en Chascomús.
Fue abogado, político, estadista y promotor de los derechos humanos. Fue concejal, diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y Presidente de la Nación Argentina. Es reconocido como "el padre de la democracia moderna Argentina", ya que con su presidencia finalizó el gobierno de facto de la dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. Fue también el fin de los golpes de Estado en Argentina, ya que no hubo nuevas interrupciones al orden constitucional desde entonces hasta la actualidad.
La gestión de Alfonsín es conocida principalmente por la realización del Juicio a las Juntas, así como también por el Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile y la mejora de las relaciones con Brasil, lo que posteriormente llevó a la formación del Mercosur. En reconocimiento a su fecunda política internacional le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1985.
En el recordado discurso de cierre de campaña electoral, del 30 de setiembre de 1983, Don Raúl Alfonsín decía: “Tenemos que ser nosotros los constructores de nuestro propio futuro. Cuando no nos mandoneen más, cuando nadie nos mandonee, ni de arriba ni de abajo; cuando nadie presione sobre nuestros derechos; cuando estemos recién convencidos de nuestra posibilidad de ejercer nuestros derechos, y de ser absolutamente responsables de nuestra libertad, allí recién vamos a construir el país que nos merecemos. Tengan la seguridad, será esta la instancia de nuestra marcha, algo nuevo en el país. Superaremos discrepancias. No estamos desafiados fundamentalmente por problemas ideológicos; podemos dejar para más adelante la discusión acerca de los aspectos más sofisticados de la ideología de cada uno. Aquí se trata de poner en marcha políticas de salvación nacional”
Y agregaba “es tiempo de levantar y enarbolar las banderas partidarias. Pero también es tiempo del encuentro definitivo de los argentinos. Es tiempo de marchar juntos cada uno inspirándonos en lo mejor de nosotros mismos y también en nuestros muertos más ilustres. Los radicales ya estamos en la marcha, y al frente de nuestra columna van: Alem, Yrigoyen, Pueyrredón, Sabattini y Lebensohn , Larralde, Balbín, Illia. Los que estén a nuestra derecha pueden inspirarse en Sáenz Peña o en Pellegrini, los demócratas progresistas en Luciano Molina o Lisandro de la Torre, los socialistas en Juan B. Justo o Alfredo Palacios, los peronístas en Perón o en Evita, pero juntos los argentinos para terminar con la dictadura. Es la marcha nueva de los argentinos presidida por un profundo sentido moral y patriótico, para concretar nada más y nada menos que los objetivos del Preámbulo de la Constitución Nacional: constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover al bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino”.