Se considera prematuro un bebé
que nace vivo antes de las 37 semanas completas de gestación.
La prematurez es la primera causa
de muerte neonatal (hasta 4 semanas de vida) y la segunda después de las
infecciones respiratorias agudas.
Un nacimiento prematuro puede
deberse a múltiples razones:
·
Desnutrición materna u obesidad.
·
Embarazos múltiples.
·
Embarazos muy seguidos.
·
Embarazo adolescente.
·
Enfermedades crónicas (hipertensión –diabetes)
·
Hábitos no saludables: tabaquismo – consumo de
alcohol y drogas.
Es de destacar que el progreso
tecnológico y científico de los últimos años redujo la mortalidad neonatal,
requiriendo un seguimiento para acompañarlos en sus diferentes etapas de crecimiento
y desarrollo.
La atención temprana es de vital
importancia en el niño prematuro. Se trabaja con los padres para mejorar la
calidad de vida de los recién nacidos a pre-término, orientándolos en la
organización de hábitos y rutinas, en comprender que presentan
hipersensibilidad a los estímulos y que
su estado de alerta es breve y frágil. Es por ello que deben saber la mejor
forma de sostenerlo, de manipularlo, de calmarlo, de estar atento a todas sus
conductas y manifestaciones, brindando un ambiente calmo con estímulos
adecuados.
CUANDO HABLAMOS DE “ATENCIÓN TEMPRANA” NOS REFERIMOS A PROPORCIONARLE
AL BEBE MENSAJES E INFORMACIÓN MODERADOS Y COORDINADOS A TRAVÉS DE SUS
SENTIDOS.