miércoles, 2 de enero de 2013

Alegre: “Cuando se trasciende lo privado para transformarse en público, tenemos que exigir que se cumpla la ley”

Esta mañana el Ejecutivo Municipal giró al Concejo Deliberante para su tratamiento, el Decreto 1475 que reglamenta la realización de las fiestas privadas. El intendente Alegre afirmó que “no se puede utilizar el pretexto de una fiesta privada para hacer un negocio y evadir todas las responsabilidades.”
El Decreto 1475 establece claramente que existe la necesidad de reglamentar el funcionamiento y la realización de las llamadas fiestas privadas, que generalmente se promocionan a través de las redes sociales y a la que concurren importante cantidad de jóvenes, previo pago de una entrada.
El intendente Gilberto Alegre afirmó durante una entrevista radial: “Hay que aclarar a qué se le llama fiesta privada. Todo el mundo puede hacer fiestas y no hay ningún tipo de problema. Lo que no se puede hacer es apañar el negocio de cuatro vivos que aparecen en esta época, que organizan fiestas a las que llaman privadas, cobran entrada y eluden todos los controles que tiene el Estado. Si quieren vender bebidas alcohólicas, tienen que inscribirse en la provincia, sacar un registro (REBA) y cumplir requisitos de seguridad, sobre todo.” De acuerdo a lo que establece el texto del Decreto en los fundamentos, estos lugares no cumplen con ninguna de las medidas de seguridad e infringen todos los controles del estado, para evitar responsabilidades civiles, penales y tributarias.
Sobre este tema, Alegre aseguró que“No es un juego. Hace poco metieron presos a todos los funcionarios municipales por el caso de Cromagnon. Lo que nosotros tratamos de hacer es reglamentarlo. Si alguien quiere hacer una fiesta, pueda hacerla tranquilamente, lo que no puede hacer es utilizar el pretexto de una fiesta privada para hacer un excelente negocio evadiendo todas las responsabilidades. Paguen los impuestos, cumplan con todas las normas de seguridad exigidas por ley. Los chicos son utilizados para que estos vivos hagan plata.”
Una de las críticas más escuchadas a partir del momento en que se conoció la noticia de la redacción del decreto de reglamentación, fue que se impediría la reunión de un grupo de personas en fiestas familiares o de amigos. Alegre fue categórico sobre esta cuestión y expresó que “para hacer una fiesta no hay que pedir permiso a nadie, invito a todos mis amigos, pero no cobro entrada. Cuando se trasciende lo privado para transformarse en público, bajo la falsa denominación de fiesta privada, tenemos que intervenir y exigir que se cumpla la ley” e insistió con que “esto es irresponsabilidad pura, y tenemos que estar todos aliados para cuidar a nuestros hijos, a los 15 o 16 años los chicos se creen dueños de la verdad y del mundo, somos los padres los que tenemos que tratar de explicarles que no es así.”