martes, 28 de enero de 2025

Al clóset no volvemos

Si bien mi columna sale publicada los viernes, decidí hablar con el administrador del diario y publicar antes..
Por otro lado, ya tenía la columna de la semana pero la urgencia de la barbarie política me marca los tiempos.
En tiempos donde la palabra pública tiene más impacto que nunca, resulta alarmante ver cómo ciertos discursos cargados de misoginia, homofobia y transfobia ganan legitimidad bajo el disfraz de la "batalla cultural". Desde la descalificación del feminismo hasta la negación de derechos de la comunidad LGBTIQ+, estas expresiones no solo refuerzan prejuicios, sino que también tienen consecuencias directas en la vida.
Minimizar la violencia de género, ridiculizar la identidad de las personas trans o negar las desigualdades históricas entre hombres y mujeres no es un acto de valentía ni una "rebelión contra lo políticamente correcto". Es una forma de perpetuar estructuras de opresión que han costado años de lucha desmantelar. Más aún, cuando estos discursos provienen de figuras con poder e influencia, se convierten en habilitadores de prácticas discriminatorias que ponen en riesgo derechos conquistados.
Es un deber que los distintos agentes sociales e institucionales, tanto públicos como privados salgan a manifestar su repudio.
todos queremos y amamos a personas que pertenecen a alguno de estos colectivos.
Trabajemos la empatía.
Chirizola Facundo. pedagogo. Gestor Educativo.