El fin de semana próximo pasado muere el Fiscal General Alberto Nismam en circunstancias pocos claras, en su departamento de Puerto Madero. Hasta hoy se desconoce si se trata de un suicidio (inducido o no) o un homicidio.
Llevaba sobre su anatomía el peso de una voluminosa denuncia contra la presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y sus allegados: el canciller Héctor Timerman, al diputado Andrés Larroque y los dirigentes sociales Luis D´elia y Fernando Esteche; de negociar impunidad con Irán. El fiscal estaba a cargo desde hace varios años, de la investigación del atentado perpetrado el 18/07/1994 contra la sede de la AMIA.
La denuncia por abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, por el presunto encubrimiento de los responsables del atentado, debía ser presentada ante el Congreso de la Nación el día lunes 19/01/2015.
Tenía custodia policial desde 2007, 10 (diez) agentes dispuestos en 2 turnos. Un colaborador, Diego Lagomarsino que trabajaba con él desde ese mismo año, le alcanzó a su departamento la pistola Bersa cal. 22 que mató al Fiscal.
El Fiscal Alberto Nisman dejó claras señales de lo que podía sucederle, adelantó su viaje de regreso de Europa dejando a su hija en el aeropuerto, habló en los medios durante la semana, comentando sus temores sobre la investigación y su propia vida.
Existen graves fallas de las fuerzas de seguridad que debían asegurar la protección del fiscal. Ante la falta de repuesta a los llamados, una de las primeras personas en llegar al lugar del hecho es el Secretario de Seguridad Sergio Berni, quien se encuentra con la madre de Nisman y asegura no haber ingresado al baño, ni permitir que nadie ingresara por más de una hora, sin corroborar si el fiscal había realmente fallecido. Posteriormente ingresa la fiscal asignada, Viviana Fein y comienza el allanamiento.
La intromisión del poder ejecutivo en los otros poderes (legislativo y judicial), pretendiendo manipular la mayoría de las instituciones, para beneficio propio, con personajes de dudosa reputación y sin conocimiento suficientes; explicando el Memorándum de Entendimiento celebrado con Irán de manera confusa, que fue votado en bloque por mayoría, donde se impone el número a la razón, sistema impuesto por el oficialismo en el que no existen gestos dignos, nadie se niega a votar por lealtad a sus ancestros. El autoritarismo degradó la política, es de mayor trascendencia preservar el lugar de poder y sustituir las ideas y los principios; donde cada funcionario sobrevive desde la obediencia y el silencio.
Los medios oficialistas superan en número e inversiones a los privados. El opositor pasó a ser un enemigo, un traidor al modelo, esto demuestra el poco respeto por las libertades y derechos de los ciudadanos que piensan diferente.
Una denuncia grave y una muerte inexplicable e inesperada, desestructura el pensamiento y el accionar del gobierno, cambiando el discurso y buscando culpables; entorpeciendo el trabajo de la justicia, a la que la ciudadanía toda, le pide claridad y celeridad.
Esta, otra muerte más que nos golpea profundamente, debe de una vez, permitir recuperarnos como sociedad para erradicar el miedo y recuperar las instituciones democráticas.
Llevaba sobre su anatomía el peso de una voluminosa denuncia contra la presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y sus allegados: el canciller Héctor Timerman, al diputado Andrés Larroque y los dirigentes sociales Luis D´elia y Fernando Esteche; de negociar impunidad con Irán. El fiscal estaba a cargo desde hace varios años, de la investigación del atentado perpetrado el 18/07/1994 contra la sede de la AMIA.
La denuncia por abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, por el presunto encubrimiento de los responsables del atentado, debía ser presentada ante el Congreso de la Nación el día lunes 19/01/2015.
Tenía custodia policial desde 2007, 10 (diez) agentes dispuestos en 2 turnos. Un colaborador, Diego Lagomarsino que trabajaba con él desde ese mismo año, le alcanzó a su departamento la pistola Bersa cal. 22 que mató al Fiscal.
El Fiscal Alberto Nisman dejó claras señales de lo que podía sucederle, adelantó su viaje de regreso de Europa dejando a su hija en el aeropuerto, habló en los medios durante la semana, comentando sus temores sobre la investigación y su propia vida.
Existen graves fallas de las fuerzas de seguridad que debían asegurar la protección del fiscal. Ante la falta de repuesta a los llamados, una de las primeras personas en llegar al lugar del hecho es el Secretario de Seguridad Sergio Berni, quien se encuentra con la madre de Nisman y asegura no haber ingresado al baño, ni permitir que nadie ingresara por más de una hora, sin corroborar si el fiscal había realmente fallecido. Posteriormente ingresa la fiscal asignada, Viviana Fein y comienza el allanamiento.
La intromisión del poder ejecutivo en los otros poderes (legislativo y judicial), pretendiendo manipular la mayoría de las instituciones, para beneficio propio, con personajes de dudosa reputación y sin conocimiento suficientes; explicando el Memorándum de Entendimiento celebrado con Irán de manera confusa, que fue votado en bloque por mayoría, donde se impone el número a la razón, sistema impuesto por el oficialismo en el que no existen gestos dignos, nadie se niega a votar por lealtad a sus ancestros. El autoritarismo degradó la política, es de mayor trascendencia preservar el lugar de poder y sustituir las ideas y los principios; donde cada funcionario sobrevive desde la obediencia y el silencio.
Los medios oficialistas superan en número e inversiones a los privados. El opositor pasó a ser un enemigo, un traidor al modelo, esto demuestra el poco respeto por las libertades y derechos de los ciudadanos que piensan diferente.
Una denuncia grave y una muerte inexplicable e inesperada, desestructura el pensamiento y el accionar del gobierno, cambiando el discurso y buscando culpables; entorpeciendo el trabajo de la justicia, a la que la ciudadanía toda, le pide claridad y celeridad.
Esta, otra muerte más que nos golpea profundamente, debe de una vez, permitir recuperarnos como sociedad para erradicar el miedo y recuperar las instituciones democráticas.