viernes, 8 de noviembre de 2013

Mariana Enríquez, escritora

¿La historia de la angelita es verdad? ¿Qué pasó con Adela?, ¿desapareció, se la tragó la casa? Con intriga y quizás con un poco de miedo de que esas cosas puedan ocurrir, los alumnos de las escuelas secundarias se animaron a preguntar. Más de trescientos se reunieron en el Teatro Español, el miércoles por la tarde, para escuchar a la escritora Mariana Enríquez que llegó a nuestra cuidad invitada por la Biblioteca Domingo F. Sarmiento. En la noche, la charla con el público fue, justamente, allí.

        Nacida en 1973 en Lanús, una ciudad del conurbano bonaerense, Mariana Enríquez recuerda que empezó a leer de muy chica y casi de manera voraz. “En mi casa nunca me dijeron qué leer. Desde muy chica, pude elegir libremente. Miraba las estanterías de la biblioteca de mi papá y elegía: A sangre fría de Truman Capote, Cumbres borrascosas de Emily Brontë. No creo que entendiera mucho en ese momento, pero igualmente lo disfrutaba.” Unos años más tarde, ya con algún criterio de selección, devoraría con fervor las novelas de Stephen King y los cuentos de Ray Bradbury.
        A los 17 escribió su primera novela “para mí y para mis amigos”, dice. Bajar es lo peor era una suma de lecturas que a ella le habían gustado. Pero la hermana de una amiga que era periodista se la pidió, la leyó y la llevó a la editorial Planeta. Para su asombro, le propusieron publicarla. Fue en 1995. La novela produjo, casi por igual, rechazo y fanatismo entre sus lectores. Hoy no se consigue pero en poco tiempo volverá a estar en las librerías.
        Hasta ese momento Mariana Enríquez nunca se había planteado el hecho de ser escritora. Tal vez música, tal vez periodista de rock, pero no escritora. Fue a partir de esa primera novela y del interés de una parte del público, de algunos periodistas y de ciertos editores, que comenzó a pensar en la escritura como una opción de vida.
        Los años que siguieron fueron de formación pura: lecturas, escritura, reescritura, una carrera de Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata, el trabajo en distintos medios gráficos -TXT, Página/12, Lamujerdemivida, etc.- y, por fin, diez años después, la publicación de su segundo libro: Cómo desaparecer completamente. Fue en ese momento cuando definitivamente se reconoció como escritora.
        Los peligros de fumar en la cama, su único libro de cuentos hasta el momento, reúne doce relatos signados por el terror, cuyos protagonistas son, en general, adolescentes. “Me gusta escribir sobre adolescentes porque fue una época muy importante de mi vida, me pasaron muchas cosas… Y me siento cómoda escribiendo terror porque es un género que me entretiene. Me resulta interesante escribir sobre personajes que no son agradables o simpáticos.”
Los peligros de fumar en la cama fue elegido Libro del año por varias personalidades de la cultura, durante la edición 2010 de la Noche de las librerías.
        Actualmente Mariana Enríquez es Subeditora del suplemento Radar de Página/12 y columnista del programa “Gente de a pie” de Radio Nacional. Está escribiendo una novela y un libro de cuentos. Dice que al momento de escribir la inspiran más los músicos o las películas que los escritores. Pero para no perder la costumbre siempre tiene a mano algo de Roberto Bolaño o William Faulkner, Neil Gaiman o Juan Carlos Onetti, o el cubano Reinaldo Arenas o Silvina Ocampo.

De su propia boca

“Me gusta tener miedo con las cosas que no existen.”
“La realidad mucho no me interesa. La respuesta está en el misterio.”
“Yo no sé siempre lo que pasa; la mayoría de las cosas que escribo no tienen explicación y me gusta que los lectores imaginen cosas.”
“Cuando hacés cualquier actividad artística, en mi caso escribir, es importante saber y aceptar cuando fracasaste (…) Corregir y reescribir es como limpiar la casa: al final queda todo lindo pero mientras tanto es agotador.”
“Mi mamá no me lee porque le da miedo lo que escribo. Dice que me va a leer cuando escriba otra cosa.”


Con Mariana Enríquez, y luego de Gabriela Cabezón Cámara, Patricia Suárez y Sergio Olguín, la Biblioteca cerró el ciclo de escritores que visitaron este año la institución.