El panorama de la provincia de Buenos Aires, con extensas superficies bajo el agua, es desolador. En el noroeste, los municipios más complicados son Carlos Tejedor, Trenque Lauquen, Rivadavia y Pehuajó. Las fotografías aéreas ofrecen una visión de las hectáreas inundadas que es entristecedora.
Aunque el distrito de General Villegas no se ve tan afectado como en otras oportunidades, Gilberto Alegre opinó sobre el tema y afirmó hoy que “es cierto que faltan obras” pero, “esta cantidad de agua es absolutamente inusitada”, ya que supera por mucho la media anual de la región, y la situación es difícil de resolver.
“Si continúa lloviendo de esta manera vamos a tener un verano muy complicado”, aseguró el intendente de General Villegas.
- ¿Ve muy complicado el panorama en el oeste y noroeste de la provincia por el agua?
La inundación de llanura es realmente muy complicada. Nosotros, afortunadamente, hemos tenido lluvias intensas y en cantidad importante, pero no tenemos dificultades graves. El agua aún permanece en la zona de bajos, no hay demasiado movimiento de las aguas y todo indica que no vamos a tener un panorama complicado.
La complicación empieza a partir del partido de Carlos Tejedor, donde la cuestión es realmente muy difícil.
- ¿La llanura es lo que lo hace tan complicado?
Exactamente. En nuestra zona el equilibrio es vertical. Esto significa que el agua que cae, se evapora. Y no hay ríos porque la naturaleza no los construyó, porque no los creyó necesarios. Acá llueven de promedio entre 800/1000 mm al año, que es la capacidad que tiene la naturaleza de evaporar. Cuando se exceden estos límites empezamos a tener dificultades. En la llanura los escurrimientos son muy lentos, ya que no hay pendientes y los ríos que existen no son caudalosos. No hay sistema de canales que puedan sacar semejante cantidad de agua en un período tan corto, sólo pueden lograr que el agua no permanezca mucho tiempo sobre los campos.
En muchos lugares, en lo que va del año han caído entre 1000 y 1200 mm, que es el equivalente a un metro de altura por metro cuadrado… es muchísima agua, y cuando se infiltra en las capas subterráneas, se multiplica por cuatro, porque va llenando la porosidad de la tierra. Esto quiere decir que se necesita tener las napas cuatro metros más abajo, y cuando están más altas se produce la inundación permanente. Al no poder seguir infiltrándose, comienza a desplazarse sobre la llanura, lo cual es muy complicado.
- ¿No hay canales preparados para estos eventos?
Los canales que existen están llenos de agua. Vivimos una situación muy difícil y todo hace pensar que no va a ser fácil de solucionar, salvo que cambien las condiciones meteorológicas. De estos mil milímetros o más, hay una proporción que se evapora, que es de unos 70 milímetros por mes, cifra que cae en invierno. Con el verano la evaporación es más importante y puede mejorar el problema, pero tiene que dejar de llover. Si continúa estas condiciones meteorológicas, vamos a tener un verano muy complicado.
- ¿Faltan obras que deberían haberse hecho?
Es cierto que faltan obras.
- ¿Por parte de Nación o de Provincia?
El Plan Regulador del Río Salado lo llevaba adelante la Nación. No se concluyeron las obras y esto complica un poco más el panorama, pero de ninguna manera evitaríamos el problema si se hubieran terminado. El problema existe, esta cantidad de agua es absolutamente inusitada, no es la media de la región. Esta es la incapacidad natural que tiene nuestra geografía para absorber y desplazar esta cantidad de agua.
- ¿A qué obra específicamente se refiere?
Si se hubiera construido el canal al sur de la ruta 5, que está incluido en el Plan Regulador del Río Salado, hoy la situación podría ser menos dramática. Los canales pueden hacer que el agua permanezca menos tiempo sobre los campos, pero nunca lograrían impedir el anegamiento.