En un marco de más de 70 personas, el reconocido escritor argentino Pablo Ramos brindó una charla de casi dos horas. La previa, que comenzó antes de las 20hs., fue con el encantador ritmo de “Toques y Tumbas”, un grupo de percusión recientemente formado por jóvenes de nuestra ciudad, que amenizó el ambiente mientras iban llegando los participantes que se acercaron a conocer y escuchar a Pablo.
La charla, organizada por Posta Cultural*, fue titulada por el autor como: “La arquitectura de la mentira” y en ella habló de diversos temas como el amor, la literatura, la vida, sus viajes y relató varias anécdotas con mucho humor. También leyó uno de sus cuentos a pedido del público presente.
Dijo que la posmodernidad no existe, es una mentira, que estamos más o menos en la época de las cavernas, en la prehistoria, en cuanto a civilización porque “aun nos seguimos matando, maltratando”. “Y la manera de construir es ir hacia la ternura, como dice Santa Teresa, ir hacia ese lugar de la lectura que es una manera de militancia, es una profunda manera de militancia intelectual”.
Ramos considera como dos grandes deportes al automovilismo y al boxeo. De hecho, mencionó a Claudio “Puma” Olmedo, quien estaba presente en la charla, y expresó su gran admiración por él “porque hace de la dificultades de la vida un proyecto de vida hermoso como el que veo que tiene, y lo hace mediante la dignidad, porque el boxeo es un deporte digno”. Pablo aprovechó su viaje también para conocer personalmente a Claudio y para estar presente en la pelea.
Entre las cosas que mencionó dijo que también tocaba la guitarra, que tenía una banda con los ex-músicos de la Mancha de Rolando, y enseguida el público quiso que tocara. Se le trajo una guitarra y antes de terminar tocó y cantó un tema que compuso para su actual novia Belén, a la cual se refirió siempre como “muy joven”. Él tiene 45, y ahora quiere volver a General Villegas a tocar con su banda.
Ya finalizando, Posta Cultural y Librería Biblos sortearon un libro de Pablo Ramos. El escritor se dispuso a firmar ejemplares a aquellos que ya tenían y lo habían llevado, como a los que lo adquirieron en el lugar.