Como sucedió por esta misma fecha del año pasado, el gobernador Scioli buscó anoche reunir en los jardines de la Gobernación a la mayor cantidad de dirigentes del peronismo provincial, en una suerte de cena de fin de año que además ayudó a apuntalar la estrategia puesta en marcha para bajar el tono en la interna del PJ bonaerense y las resistencias contra Hugo Moyano.En una gigantesca carpa montada en los jardines laterales que dan a la calle 53, el Gobernador recibió a los integrantes del Consejo partidario, a dirigentes sindicales, intendentes, legisladores, ministros y funcionarios nacionales y provinciales.
A pesar de que había sido invitada formalmente por Scioli, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no estuvo presente. Fueron, en total, más de 350 comensales, a los que se les sirvió una entrada de lomo, un plato principal de pastas y un postre de helado con frutos rojos, regado con vino tinto, blanco y champagne para el brindis.
Voceros oficiales destacaron ayer que concurrieron 79 de los 83 intendentes bonaerenses del Frente para la Victoria.Por el gobierno nacional, estuvieron presentes los ministros Julián Domínguez y Florencio Randazzo, ambos consejeros, además del secretario de Gestión Pública Juan Manuel Abal Medina y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. La ausencia más comentada fue la de Aníbal Fernández, quien se excusó.Del grupo de intendentes críticos, en cambio, sólo participaron el platense Pablo Bruera, Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, y Gilberto Alegre, de General Villegas. Fue muy comentada, además, la presencia del ex intendente de San Miguel, Aldo Rico. Estuvieron, además, dirigentes peronistas conocidos como los "sin tierra" por pertenecer a distritos gobernados por otro signo o por otra línea interna del justicialismo, como el pinamarense Roberto Porretti. Para ellos, Scioli tuvo una palabra especial, sobre los postres, cuando les pidió "estar más unidos que nunca para tener una gran victoria en los municipios el año que viene, como la de 2007".