El Secretario de Obras y Servicios Públicos, Arq. Daniel Cepa, participa en el CCK del acto público. Hay 10 consorcios interesados en participar de las primeras grandes obras de Participación Público Privada (PPP).
El Ministerio de Transporte recibió y abrió los sobres con las propuestas para construir 2500 kilómetros de rutas y autopistas que recorren las zonas agropecuarias, como parte del plan para renovar los corredores viales de todo el país conocido como Red de Autopistas y Rutas Seguras.
Los consorcios ofertarán para construir 1494 kilómetros de rutas seguras (que cuentan con banquinas y otros elementos) entre los que se encuentra la Ruta Nacional Nº 33 en el trayecto que une General Villegas con Rufino, 810 kilómetros de autopistas y 252 kilómetros de rutas especiales. El Gobierno estimó para estos megaproyectos una inversión de 6000 millones de dólares.
El Secretario estuvo junto a Lucas Logardo Director de Relaciones Institucionales de Vialidad Nacional, los Intendentes Natalio Latanzi de Rufino, Miguel Fernández de Trenque Lauquen y Vicente Gatica de Bragado, Francisco Traverso de Alvear, César Abdala de Laboulaye, Matías Gvozdenovich de Arias, Hernán Bertellys de Azul, Ezequiel Galli de Olavarria, el Administrador de Vialidad Nacional Javier Iguacel y el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich.
En la licitación se incluyen la autopista Rosario – Córdoba, la autovía Ezeiza – Cañuelas, las rutas 3, 33 y 205 y los puentes Paraná- Santa Fe y Chaco-Corrientes, entre otros tramos. Cabe destacar que en la primera etapa se trabajará en Autopistas y Rutas Seguras.
En las últimas semanas, el Gobierno tomó una serie de medidas para abaratar los costos. Fundamentalmente eximió de IVA a los intereses del financiamiento de los proyectos PPP y aceptó que cualquier litigio pueda realizarse en tribunales extranjeros.
Lo primero representa un alivio impositivo, ya que los empresarios debían pagar todo el IVA al inicio de la obra, que puede durar años. Lo segundo significa menos “riesgo argentino” para los grupos internacionales.
Las licitaciones PPP son “llave en mano”. Los grupos empresarios deben ofertar para hacer la obra con el financiamiento incluido. Las firmas acceden a tasas de interés más caras que las que obtiene el soberano. Se habla de alrededor de 10 por ciento anual en dólares.
El Estado repaga las obras trimestralmente, contra el avance. Lo hace con bonos en dólares, que pueden negociarse en un mercado secundario y, de esa manera, obtener más liquidez para seguir construyendo. Además, convalida un ajuste trimestral por inflación, en pesos.
El dinero sale de un fondo constituido con impuestos al gasoil. Con esa plata, el Estado garantiza el pago de la obra. Luego, los grupos tendrán la concesión de los peajes