Estuvieron presentes sus hijos Blanca y Pepe, sus nietos y toda la familia Carrozzi que vive en Villegas.
Las palabras de bienvenida al cierre de las jornadas, declaradas de Interés Municipal, estuvieron a cargo de la secretaria de Cultura, Valeria Iglesias, quien destacó lo que significa Carrizo para General Villegas y su aporte cultural para el país.
La nómina de agradecimientos incluyó al diputado Gilberto Alegre, al intendente Horacio Pascual, a los medios de comunicación de todo el país, sobre todo a Radio Continental y Rivadavia, quienes realizaron ciclos de radio abierta desde General Villegas, en homenaje al maestro de la radio.
Pepe, el hijo de Antonio, agradeció en nombre de su padre y su familia y habló de su amor por Villegas, del apuro por llegar a su pueblo cada vez que viajaba desde Capital. “No hay ningún homenaje que pueda superar a este", concluyó entre aplausos.
Por su parte, el intendente Pascual hizo mención a la colección de La Guerra al Malón del artista artista plástico Carlos Alonso, patrimonio del Museo de Bellas Artes local y su lazo afectivo con la familia Carrozzi. "Antonio es el gran embajador de General Villegas” aseguró Horacio Pascual.
A su tiempo, el diputado Gilberto Alegre, motor del homenaje, afirmó que "Antonio es patrimonio de la Argentina, es un hijo de la mejor Argentina, la que debemos recuperar. "
"Haber salido de acá y contra todos los pronósticos, llegar adonde llegó, se contrapone con el facilismo de hoy, donde muchos creen que para estudiar hay que tener la universidad en la puerta de la casa", apuntó Alegre, quien finalizó destacando que "cuando toda esta zona era un desierto de vientos, de cardos rusos y de frío, él se fue, triunfó y siguió queriendo a Villegas. Eso es lo más lindo que puede existir en una persona: la gratitud, reconociendo en su familia y en su pueblo todo lo que tenía. Quería estar aquí. Venir, sentarse en la mesa de sus amigos, conversar, polemizar, enojarse".
La jornada de homenaje concluyó con la proyección de imágenes de su vida profesional, familiar y social, mezcladas con los dibujos realizados en la penumbra, por una pareja bailando un tango.